jueves, 11 de junio de 2015

REALIDADES VIRTUALES

REALIDADES VIRTUALES


Al parecer todo, o casi todo se relaciona con realidades virtuales, desde el momento en que crecimos y comenzamos a relacionarnos con ámbitos sociales, económicos-políticos, espirituales, incluso y en mi caso, artísticos. Valdría la pena explicar cada uno de éstos ámbitos, según mi experiencia personal y abstracción sobre el texto de Román Gubern “El eros electrónico”.
Antes quisiera decir que es muy probable que el concepto de virtualidad (lo virtual) se vincule con un aspecto únicamente tecnológico, relacionado con los medios masivos y expansivos que ofrece la tecnología. Para mí, virtualidad (lo virtual) tiene que ver no solo con tecnología y sus modos, sino con formas de interacción, modos de introspección ante el mundo y las cosas que hay en él.
Realidad virtual, madres y futuros hijos.
Podría pensar en una realidad virtual social, desde aquel instante en que pasamos de ser blancos espermas a embriones en pos de un desarrollo constante, ya que la madre en un principio sabe que vida hay en su interior pero desconoce de alguna manera al nuevo ser, no ha tenido un contacto táctil directo con él, y la realidad tanto de la madre como del nuevo ser es distinta; para él su realidad consiste en un estado de exclusivo desarrollo fisiológico, y para la madre, su realidad consiste en mantener una estabilidad con todo su entorno para no afectar al nuevo ser, lo cual significa que al no conocerse directamente el uno al otro, se crea una virtualidad precedida por la idealización de ella. Después nacemos.
Luego entonces, crecemos, alcanzamos los cinco sentidos y nuestra realidad virtual social aumenta. No tendría caso describir una por una las diversas etapas de desarrollo del menor, pero si considero que sería peculiar hablar de un ejemplo que me parece importante para éste breve escrito.
Las caricaturas
Nosotros, cuando infantes, somos presentados ante la fantasía, o la fantasía se nos presenta, no lo sé, pero es ahí cuando la realidad virtual social sigue latente, porque pareciera, según recuerdo que los personajes de las diversas caricaturas son -reales-. Crecemos (mientras niños) creyendo firmemente que tal o cual personaje aparecerá en cualquier momento de nuestra vida e interactuará con nosotros (eso sin pensar en todo lo que concierne a la elaboración de dibujos animados, llámense caricaturas, y que sin duda se vinculan con la tecnología que es, también sin dudar, una virtualidad). Sucede semejante con los juegos.
El aspecto económico-político
Toca el turno del aspecto económico-político. Aclaro un asunto, y es que a partir del aspecto social, desgloso los demás aspectos, porque creo que la realidad virtual se ve amplificada en lo social, a partir de ahí puedo pensar en realidades virtuales económico-políticas, espirituales y artísticas.
Bien, resulta indispensable explicar porqué diversos aspectos económicos-políticos los he considerado una realidad virtual, y qué de esos aspectos son un ejemplo de realidad virtual.
Para obtener ciertas cosas materiales, se necesita dinero, eso tristemente es una realidad, crecimos educados con la idea de que para obtener dichas cosas, se necesita cambiar monedas-billetes a cambio de objetos, bienes, o servicios, eso tratándose del caso donde el vendedor y el comprador aun mantienen contacto directo, y está el caso donde el comprador adquiere objetos, bienes o servicios a través de máquinas [virtuales] y donde el vendedor no necesita estar forzosamente presente en el momento de efectuar la compra-venta, en ambos caso se trata de realidades virtuales, primero porque el dinero en sí, no tiene valor alguno, se trata de metal o papel al que la sociedad a través de la historia le ha otorgado un valor específico para intercambiar o dinero virtualizado vertido en tarjetas plastificadas que otorgan las grandes corporaciones bancarias, es decir el dinero se vuelve virtual porque prácticamente no es tangible el valor, pues existe en nuestro constructo mental ante la sociedad. Y segundo, es virtual porque le otorgamos deseo a esa virtualidad, somos capaces de elaborar complicadas situaciones en torno a ella.
De lo político
Puedo decir que, en mi experiencia personal no he conocido jamás al Presidente de mi país, lo conozco a través de la T.V, el internet, y resulta un personaje ajeno a mi realidad tangible, lo que lo convierte en un ente virtual.
El aspecto espiritual

No creo que exista un ejemplo más claro de realidad virtual que la espiritualidad de las sociedades. Dios se edifica sobre nuestra construcción emocional y se vuelve –en algunos casos- necesario mantenerlo al alcance de la creencia de uno, y paradójicamente no resulta necesario ver a Dios para creer en él. Nuestra realidad tangible se vuelva sobre amuletos, rosarios, estampillas, relicarios, etc, sin embargo su virtualidad radica en tenerlo siempre al alcance de nuestras necesidades humanas, pedirle ayuda, misericordia y semejante, sin siquiera estar seguros de que aquel Dios ha de venir de los cielos (literalmente) y cumplirnos lo pedido.



Gubern, Roman. Del Bisonte a la realidad vitual, España, Anagrama, 2008. pp. 196.

Gubern, Roman. El eros electrónico, Madrid, Taurus 2000. pp. 225.

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