Mírala! ahí esta!
Cómoda y aceptada por un mantel pervertidamente cuadriculado,
pudiera pensar que lleva mucho tiempo allí,
¿detrás? no, detrás no hay más que la pastosa presencia de una mostaza de tarro casi acabado,
la que importa es ella, esa que se embarra dulce,
no la recuerdo de otro modo que en mi arróz,
vaya mezcla,
ahora la mezcla es esta, la del rojo y las palabras, que no son rojas, ni tampoco dulces.
Quisiera decir que aún la quiero, pero ya no,
tanta infancia, tanta feria,
pero se me ha aparecido como diciendo ¿te acuerdas?
no la recuerdo de otro modo que en mi arróz,
vaya mezcla.
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ResponderEliminarvàya mezcla!
ResponderEliminarorale
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