jueves, 11 de junio de 2015

CÓMIC REALIDADES VIRTUALES

Cómic.
Realidades Virtuales
Realizado por Flor Andrea Salazar Lara.

REALIDADES VIRTUALES

REALIDADES VIRTUALES


Al parecer todo, o casi todo se relaciona con realidades virtuales, desde el momento en que crecimos y comenzamos a relacionarnos con ámbitos sociales, económicos-políticos, espirituales, incluso y en mi caso, artísticos. Valdría la pena explicar cada uno de éstos ámbitos, según mi experiencia personal y abstracción sobre el texto de Román Gubern “El eros electrónico”.
Antes quisiera decir que es muy probable que el concepto de virtualidad (lo virtual) se vincule con un aspecto únicamente tecnológico, relacionado con los medios masivos y expansivos que ofrece la tecnología. Para mí, virtualidad (lo virtual) tiene que ver no solo con tecnología y sus modos, sino con formas de interacción, modos de introspección ante el mundo y las cosas que hay en él.
Realidad virtual, madres y futuros hijos.
Podría pensar en una realidad virtual social, desde aquel instante en que pasamos de ser blancos espermas a embriones en pos de un desarrollo constante, ya que la madre en un principio sabe que vida hay en su interior pero desconoce de alguna manera al nuevo ser, no ha tenido un contacto táctil directo con él, y la realidad tanto de la madre como del nuevo ser es distinta; para él su realidad consiste en un estado de exclusivo desarrollo fisiológico, y para la madre, su realidad consiste en mantener una estabilidad con todo su entorno para no afectar al nuevo ser, lo cual significa que al no conocerse directamente el uno al otro, se crea una virtualidad precedida por la idealización de ella. Después nacemos.
Luego entonces, crecemos, alcanzamos los cinco sentidos y nuestra realidad virtual social aumenta. No tendría caso describir una por una las diversas etapas de desarrollo del menor, pero si considero que sería peculiar hablar de un ejemplo que me parece importante para éste breve escrito.
Las caricaturas
Nosotros, cuando infantes, somos presentados ante la fantasía, o la fantasía se nos presenta, no lo sé, pero es ahí cuando la realidad virtual social sigue latente, porque pareciera, según recuerdo que los personajes de las diversas caricaturas son -reales-. Crecemos (mientras niños) creyendo firmemente que tal o cual personaje aparecerá en cualquier momento de nuestra vida e interactuará con nosotros (eso sin pensar en todo lo que concierne a la elaboración de dibujos animados, llámense caricaturas, y que sin duda se vinculan con la tecnología que es, también sin dudar, una virtualidad). Sucede semejante con los juegos.
El aspecto económico-político
Toca el turno del aspecto económico-político. Aclaro un asunto, y es que a partir del aspecto social, desgloso los demás aspectos, porque creo que la realidad virtual se ve amplificada en lo social, a partir de ahí puedo pensar en realidades virtuales económico-políticas, espirituales y artísticas.
Bien, resulta indispensable explicar porqué diversos aspectos económicos-políticos los he considerado una realidad virtual, y qué de esos aspectos son un ejemplo de realidad virtual.
Para obtener ciertas cosas materiales, se necesita dinero, eso tristemente es una realidad, crecimos educados con la idea de que para obtener dichas cosas, se necesita cambiar monedas-billetes a cambio de objetos, bienes, o servicios, eso tratándose del caso donde el vendedor y el comprador aun mantienen contacto directo, y está el caso donde el comprador adquiere objetos, bienes o servicios a través de máquinas [virtuales] y donde el vendedor no necesita estar forzosamente presente en el momento de efectuar la compra-venta, en ambos caso se trata de realidades virtuales, primero porque el dinero en sí, no tiene valor alguno, se trata de metal o papel al que la sociedad a través de la historia le ha otorgado un valor específico para intercambiar o dinero virtualizado vertido en tarjetas plastificadas que otorgan las grandes corporaciones bancarias, es decir el dinero se vuelve virtual porque prácticamente no es tangible el valor, pues existe en nuestro constructo mental ante la sociedad. Y segundo, es virtual porque le otorgamos deseo a esa virtualidad, somos capaces de elaborar complicadas situaciones en torno a ella.
De lo político
Puedo decir que, en mi experiencia personal no he conocido jamás al Presidente de mi país, lo conozco a través de la T.V, el internet, y resulta un personaje ajeno a mi realidad tangible, lo que lo convierte en un ente virtual.
El aspecto espiritual

No creo que exista un ejemplo más claro de realidad virtual que la espiritualidad de las sociedades. Dios se edifica sobre nuestra construcción emocional y se vuelve –en algunos casos- necesario mantenerlo al alcance de la creencia de uno, y paradójicamente no resulta necesario ver a Dios para creer en él. Nuestra realidad tangible se vuelva sobre amuletos, rosarios, estampillas, relicarios, etc, sin embargo su virtualidad radica en tenerlo siempre al alcance de nuestras necesidades humanas, pedirle ayuda, misericordia y semejante, sin siquiera estar seguros de que aquel Dios ha de venir de los cielos (literalmente) y cumplirnos lo pedido.



Gubern, Roman. Del Bisonte a la realidad vitual, España, Anagrama, 2008. pp. 196.

Gubern, Roman. El eros electrónico, Madrid, Taurus 2000. pp. 225.

viernes, 22 de junio de 2012

Cuento sobre la esperanza en un acto de calle

Por Flor Andrea Salazar Lara

Cuento sobre la esperanza en un acto de calle.
I feel split in two...

¿Ha visto usted, querido lector, una lombriz partida en dos?
Se sigue moviendo, ambas partes se siguen moviendo.
Como que la parte uno busca la parte dos, queriendo encontrarse torpemente para así, entender lo que sucede, sin embargo es un completo acto de inutilidad. Es probable que la lombriz partida en dos no sepa, ni sospeche siquiera que jamás volverá a ser una sola. Se regenerará y será entonces dos lombrices autónomas, y al cabo de cuatro o cinco años morirá por causas naturales, esa posibilidad existe, pero también existe otra, la de morir aplastada por algún zapato en la calle, o la de morir tristemente en manos de algún niño travieso, esas vienen siendo causas anti naturales y son las que me interesan.

Cuando un infeliz anélido muere anticipadamente.

¿Ha visto usted, querido lector, una lombriz partida en dos? Supongo entonces que también ha visto a las señoras con escoba en mano que salen a barrer su calle, su cachito de calle que les corresponde, cachito que tiene por casualidad o por capricho un pedacito de tierra junto a un árbol, justo donde yace la lombriz partida en dos, aplastada y muerta por un niño que vive en la misma calle.

Triste final para una lombriz que seguramente planeaba vivir su vida sin complicaciones, tener hijos y disfrutar los placeres del terruño...

Queda una esperanza, para quien se percata de las dos mitades, de la muerte y de la señora que barre, una esperanza para ese alguien, no para la pobre lombriz difunta, mucho menos para la señora que sale a barrer, porque sólo barre y no le importa lo que barre, que quede limpio es la prioridad. Queda una esperanza entonces para aquel que (nuevamente por casualidad o por capricho) pasa por ahí segundos antes de que "por ahí" barrieran y se de cuenta de que en el suelo está la pobre lombriz partida y aplastada, y que seguramente antes de morir se estuvo moviendo, como queriendo encontrarse torpemente para así, entender lo que sucede.

La esperanza no es pasar y mirar a la desdichada lombriz partida y aplastada, y después esquivar la escoba de la señora. No, la esperanza viene apareciendo, querido lector, cuando ese alguien que pasa por ahí vuelve a pasar otro día y sabe que algo quedó de la lombriz en el suelo: la huella de aquella y la de su zapato.

domingo, 1 de enero de 2012

El retrato.

I

-...Si, ya todo listo, solo falta que tú y los demás acepten.
-Por mí no hay ningún problema, ¿ya le dijiste a los otros?
-No, aun no, mañana o pasado que los vea, me da un poco de pena decirle a su amiga, casi no la conozco, y he hablado muy poco con ella, pero supongo que aceptará, la quiere mucho.
(La conversación sigue en torno a otros temas)


II

Tres días después.
[Conversación con los demás (uno por uno)]

-...vaya que es una gran noticia, pues, si, yo si acepto, yo si le entro.
-Gracias, ella y yo te lo agradeceremos muchísimo.
-No, de nada, ¿el Domingo verdad?
-Si, el Domingo a las cuatro de la tarde.
-Muy bien, muy bien, nos vemos entonces.
-Órale pues, ¡gracias he!

Ese mismo día.

-¡Wow! no lo puedo creer, es.... ¡wow! Sabes que si amigo, por supuesto que si acepto ayudar.
(Un abrazo largo)

Al otro día.

-...Ella no lo sabe me imagino.
-No, claro que no, es sorpresa, y yo sé que tú eres una gran amiga para ella, por eso pensé que podrías ayudar, en realidad quisiera que aceptaras, aunque tú y yo no nos conozcamos muy bien, realmente me pareces agradable.
(Risas)
-Pues, me parece una cosa súper loca, pero recordando todo lo que ella dice de ti, seguro le encantará la sorpresita...Si, si acepto, pero ¿ya tienes todo contemplado no? No estaría muy bien que a la mera hora algo fallara, si necesitas algo, con confianza dime, ayudaría en lo que fuese necesario.
-No, no, ya todo está listo, solo me faltaba hablar contigo y pedirte el favorcito...
(Risas)
-Ok
-Bueno, es el Domingo a las cuatro de la tarde ¿va?
-Muy bien, no se me olvidará, ¡claro que no! ¿Semejante locura podría olvidárseme? ¡No! ¡Claro que no! Par de locos........no te creas, después de todo me parece algo muy peculiar.
-Tú y ella son muy amigas, comienzo a darme cuenta porqué, me gusta tu sentido del humor. Bueno, pues me voy, nos vemos el domingo.
-Claro, hasta entonces.
Se despiden, ella enciende un cigarrillo, él camina, cruza la calle y entra en una tienda y compra una Coca-Cola.

III

Domingo 12:33pm
(Después de un largo abrazo)

-Llegaste, ¿estás cansada?
-Un poco, si, pero me cansé más de esperar para volver a verte.
-Vamos a dejar tus cosas ¿no? Después a comer, supongo tienes hambre...
-Si, tengo hambre, no demasiada, pero vamos a comer, quiero estar contigo hoy, hasta donde el día permita.
(Risas)
-Muy bien, entonces vamos.

1:20pm
Ambos dejan las cosas de ella en casa de una amiga en común, hay una conversación muy simple entre los tres, y después los tres salen de casa, al cabo de dos cuadras de camino, la amiga en común toma otro rumbo.

2:08pm
(Después de la comida, caminando por una calle que ella no conocía, o que en todo caso, no recordaba.)

-...¡¡¡Que!!!? ¿Te volviste loco y quieres convidarme de tu locura? ¿Ahorita?...lo planeaste, mi amor lo planeaste todo, de manera que yo encajara perfectamente en ésta idea encantadoramente descabellada...Estoy sorprendida, estoy viendo los mismos cuadritos rojos con blanco que vi hace tiempo, solo que con mucha más adrenalina... ¡¡¡y por supuesto que sí!!!! ¡Claro que sí!...
Él la mira fijamente unos cuantos segundos, sonríe, mira su reloj de correas verdes, y de su bolsillo saca un pedazo de papel hecho bola, se lo da a ella, y le dice:

-Nos queda poco tiempo, la sorpresa no termina aquí, abre este pedazo de papel...

Dentro del pedazo de papel hecho bola, está un anillo de circunferencia pequeña, una perla lo adorna, la perla no es blanca, tiene un tono verdoso, muy tenue, un verde "pistache" muy tenue. Ella se pone el anillo e inmediatamente lo abraza entendiendo que ese domingo no es un domingo cualquiera. La calle casi vacía.

3:00 pm
Llegan a un edificio blanco, hace calor, él y ella entran en el edificio y suben unas escaleras, "las escaleras más inmensas que he subido en mi vida" piensa ella, "la locura más grande que he hecho en mi vida" piensa él.
Al fondo del último escalón está una puerta de madera muy ancha, frente a la puerta, están cuatro personas que ambos conocen, dos hombres y dos mujeres, las dos mujeres son la mejor amiga de ella, y la amiga en común que había cambiado de rumbo hace una hora más o menos. Los dos hombres son el mejor amigo de él, y un amigo gay que vivió con ella unos meses atrás. Se saludan todos, y la amiga en común que cambió de rumbo, tiene en su mano derecha una caja de cartón hecha manualmente, se la entrega a ella, y dentro, hay un vestido color beige de encajes curiosos, "...muy lindo..." piensa ella. Su aparente tranquilidad no es sino un síntoma del inquietante destino que parece escribirse de manera extravagante pero muy al estilo del amor que ella siente por él. Ella y la otras dos mujeres entran en una puerta lateral a la puerta ancha de madera, es un baño evidentemente; ella se pone el vestido que funciona perfectamente con el anillo. Mira el anillo, suspira y salen las tres del baño.

3:45pm
Una boda civil planeada por él con cierto anticipo peculiar. Un vestido y un anillo.
A las tres cincuenta pm aparece un hombre con el cabello oscuro, de un oscuro estremecedor. Es un juez.
A las cuatro en punto de la tarde de un domingo, aquél comienza con la ceremonia. Las dos mujeres y los dos hombres: los testigos, desde luego.
No es relevante lo que dice el juez, ni lo que dicen ellos, porque después de todo solo dijeron que si a todo felizmente, y la ceremonia concluyó con una felicitación que más que sincera, era parte del trabajo del juez. Lo relevante viene cuando al finalizar la ceremonia, ella lo abraza a él, y por accidente (si es que eso puede llamarse un accidente) la perla de tono verdoso, muy tenue, se desprende de la argolla que está en el dedo anular izquierdo de ella, y cae al suelo estrellándose y rompiéndose en mil o diez mil pedazos diminutos. Ella y él, muy extrañados miran rápidamente al suelo; la perla rota, en seguida miran la argolla que está en el dedo de ella, se asoman. Hay un agujero con cierta profundidad en la parte central de la argolla, donde antes había estado la perla bella, inmediatamente desaparecen, ambos, como si se los hubiera tragado el anillo. ¿Los testigos? atónitos, perplejos, sin palabra alguna que pudiera explicar lo que acababan de presenciar.



IV

Soy un hombre mayor, tengo setenta y siete años, y vivo solo en este lugar desde hace muchos años, es el mejor lugar que encontré para vivir, tan tranquilo, ¡y el mar! ¡Tan hermoso y apacible siempre!
Hace unos días llegaron a vivir unas personas justo al lado de mi casa. La casa de ellos es una casa de vista muy acogedora, había estado desocupada desde Febrero, tiene suelos de madera y ventanas grandes, lo sé porque conocí a la muchacha que vivió en esa casa, se mudó a otro país creo, es imposible no fijarse de pronto en el interior de las casas de los vecinos, cuando uno anda por el periódico, o anda al parque, cualquier cosa.

Hasta hace poco los conocí, son buenas personas, hemos hecho buenas migas. El Domingo pasado me invitaron un poco de agua fresca, aquí hace calor, me invitaron a pasar a su casa, y entonces conocí un poco más la casa por dentro, vaya que es linda. Se dedican al arte dijeron. Mientras bebía el agua fresca y platicábamos de cosas triviales, miré la fotografía que estaba sobre un tocador, al lado de un teléfono, en el retrato aparecían ellos; él debe tener unos cuarenta y cinco años, ella, la mujer como unos cuarenta, y la niña como seis o siete. Son buenas personas. Parece que la fotografía es más o menos reciente, curiosamente aquél Domingo, él traía la misma camisa que en la fotografía, y ella, la mujer, de mirada muy serena abrazando a su hija, con un vestido de encaje beige y un lindo anillo con una perla verdosa muy tenue en su dedo anular izquierdo.
Son buenas personas.

viernes, 5 de agosto de 2011

Oda a la Salsa Catsup

Mírala! ahí esta!
Cómoda y aceptada por un mantel pervertidamente cuadriculado,
pudiera pensar que lleva mucho tiempo allí,
¿detrás? no, detrás no hay más que la pastosa presencia de una mostaza de tarro casi acabado,
la que importa es ella, esa que se embarra dulce,
no la recuerdo de otro modo que en mi arróz,
vaya mezcla,
ahora la mezcla es esta, la del rojo y las palabras, que no son rojas, ni tampoco dulces.

Quisiera decir que aún la quiero, pero ya no,
tanta infancia, tanta feria,
pero se me ha aparecido como diciendo ¿te acuerdas?
no la recuerdo de otro modo que en mi arróz,
vaya mezcla.

jueves, 4 de agosto de 2011

Descripción breve de un extraño sentimiento.

Una luna que me sirve para ni madres, cuando sé que llego a mi casa, y entiendo, (después de verlos a ellos tan desconocidos y cercanos) que durante dos años [porque también miento, te mentí] le dí a la torre más segura un merecido que no merecía: la ruina, ésta, la que me arruina con toda seguridad.

Un gran éxito ésta paradoja, saberte dormido a metros, y tres cuadras-a kilómetros y ninguna calle. Hibridar mis encuentros no era una actividad tan cotidiana...

Soy yo la que necesita el abrazo más silencioso y poco placentero, yo la que debe soltar su estómago al mundo, ¿que puedo esperar después de haber creído que todo lo pisado era cemento, concreto y mármol?

Escribir una carta y sellar el sobre, timbrarlo con una estampa de un lugar ajeno...anotar el clima de ese lugar y no contarte nunca el descenlace de este maldito cuento, así como no encontrar qué mounstros salieron de ti este tiempo.

Cuando empiezan las maldiciones, es hora de abreviarme, irme y quizás dormir, pero no, poque ya va siendo hora de que sepan lo que nunca sospechaban: No lloro porque no puedo, no siento fríos los pómulos, aunque a veces muera por tener un par, tener un par y regalártelas, así es como comenzarías a saber (más) de mi.

Robé una tarjeta pequeña de una tienda muy grande, la tarjeta la guardé en mi libro más mediano. Quisiera decirte más cosas pero acorté.

lunes, 6 de junio de 2011

SIETE CONTEXTOS BREVES SOBRE LA PRESENCIALIDAD, A PROPÓSITO DE HERMAN PARRET

SIETE CONTEXTOS BREVES SOBRE LA PRESENCIALIDAD, A PROPÓSITO DE HERMAN PARRET

POR FLOR ANDREA SALAZAR LARA


…desde hacerse presente en lo que uno escribe.

Primero.
Deseaba que nadie se diera cuenta que un posible insecto volaba por encima de mis hombros, ni siquiera yo estaba segura si realmente había un insecto ahí. Captable o no, desplacé mi brazo para evadirlo, hacer que se fuera. Pensar en un insecto volando muy cerca de mi piel me hace pensar en una presencia inexistente, para lo cual ahora confirmo que hay presencias inexistentes, captable para mi sentido del tacto fue un [posible] insecto, aunque para los que estaban cerca de mi, no.

Segundo.
No se trataba de un insecto, era un cabello que se desprendió de mi cabeza, y se quedó casi imperceptible cerca de mi hombro. Comezón, cosquilla, tacto seguro, presencia existente pero metamórfica, porque creí casi fielmente que había un ser viviente coexistiendo conmigo, cuando solo se trataba de un cabello. Ausencia del insecto: presencia aún así. Presencia del cabello: carencia de la ausencia.

Tercero.
Después de un largo tiempo fuera de casa, sigo teniendo presente que en algún momento dado me iré, al mismo tiempo tengo presente a mi familia, como si estuvieran realmente muy cerca, cuando realmente la cercanía más captable es la comunicación telefónica. Campo afectivo-temporalidad de la presencia-vinculación con el tiempo pasado-cercanía con el goce del presente. Todos estos aspectos están vertidos en mí como sujeto, no entendería el desplazamiento de la presencia que hay en el entorno, si no hay un primer entendimiento de mi como sujeto presencial-presente. Es decir, necesito la flagrancia de mi propia astanza.

Cuarto.
Ninguna persona que muere es olvidada por un buen rato (no estoy muy segura de cuánto es que dura ese rato), se mantiene presente en la memoria sensorial del pariente, amigo, persona cercana al occiso. Presencia e inexistencia de un sujeto dentro de una temporalidad pretérita.

Quinto.

Día mundial del medio ambiente. No significa que específicamente ese día todos [sientan] la presencia del ambiente, pero existe cierta consciencia colectiva acerca del entorno natural, aunque es claro que (a menos convencionalmente) decir “medio ambiente” supone únicamente ecosistemas naturales, lo cual desplaza la idea de que el medio ambiente debe ser entendido como entorno mediático. Ese día consiste en celebrar la presencia material del entorno, sin que de alguna manera los sujetos se relacionen directamente con ese entorno. La presencia entonces hace un efecto expansivo, se genera, se propaga y se hibrida con los sujetos.

Sexto.

La letra “H” que [no] es muda. Ejemplo claro de una no ausencia, más si una carencia sonora, pero presencia al fin y al cabo. La letra “H” se impulsa y se lanza imperceptible al lenguaje, llega por filtros diversos, como nombrar el hambre, se vuelve una metamorfosis y se disfraza de vocales y consonantes que si se nombran. O colabora para formar palabras compuestas, así se vuelve presencia ambivalente.

Séptimo.

Pensar la presencia desde uno y en torno a uno, para que se disperse. Necesidad de decir que la presencia es una astanza flagrante cognitiva y afectiva, sin que el orden de los factores se altere…

HISTORIA DE UN MOSCO AL QUE BUSQUÉ EN UN CENOTE

HISTORIA DE UN MOSCO AL QUE BUSQUÉ EN UN CENOTE

Por Flor Andrea Salazar Lara

El que andaba buscando se me perdió, la maleza de un lugar es incurablemente adecuada, no por mala, sino por perfecta. Decía que lo andaba buscando, quizás para ponerlo frente a la cámara y lograr que hiciera sus gracias, pero se fue volando, es probable que estuviera ocupado buscando alimentarse, lo dejé posarse sobre una de mis pantorrillas, ahí fue cuando lo vi, después simplemente se largó, como sucedía también con las hojas caídas de los árboles. No me había percatado del gran círculo azul, bueno, la verdad es que sabía que me encontraría con el círculo azul, pero quise reservarme ese placer hasta que mis ojos inevitablemente lo encontraran.

Círculo azul, pensé en la geometría, primero la de los ojos redondos que miran, luego la del cenote que es mirado. Era un extraño caso de juntura, se junta lo café de los ojos, con lo café de la tierra, se junta la piel con la piedra que reviste al cenote.

sábado, 18 de septiembre de 2010

“PERMISO PARA DECIR”

PERMISO PARA DECIR
POR FLOR ANDREA SALAZAR LARA

En lo más alto de las sábanas ella pide permiso para decir algo, él niega el permiso y vuelven a dormir profundamente, al día siguiente por la mañana, se dicen buenos días.

"INVITACIÓN"

INVITACIÓN
POR FLOR ANDREA SALAZAR LARA

Después de una larga lista para enumerarlas, y un gran tiempo de afinar detalles para la ocasión, todo quedó listo, no faltaba nada, sólo era cuestión de esperar, pues ¡vaya que sería un evento extraordinario!

La anfitriona se vistió de gala, su mejor vestido, sus mejores joyas, su mejor perfume, sus mejores zapatillas, sus mejores atavíos eran parte de todo éste evento.

Se mandaron hacer decenas de bocadillos, se mandaron poner las mejores cortinas y mesas para el salón, las mejores sillas, las más lujosas copas de cristal donde se bebería el mejor de los vinos, incluso se mandó cultivar las mejores flores que perfumaran el lugar entero.

Una hora antes se pusieron los percheros para que los invitados pudieran colgar abrigos, gabardinas y sombreros, mismos que también serían de lo mejor.

Cuando comenzaron a llegar los invitados fue como un desfile de las mejores telas, el calzado era impecable, las personalidades lucían sus galas con gran majestuosidad.

Y aunque todos asistían con gran entusiasmo al evento, nadie sabía qué se festejaba.

"CARNETUNAS CONTRA KIGAGATROS"

CARNETUNAS CONTRA KIGAGATROS
POR FLOR ANDREA SALAZAR LARA

El día esperado llegó, era la Gran Batalla de Especies, había sido organizada por los líderes de cada especie, según ellos porque no podían seguir viviendo en la misma aldea, siendo tan diferentes entre sí.

Cada miembro de las dos especies ya tenía su posición y misión bien estudiada, todo listo para el inicio de la batalla, unos lanzarían las piedras, otros resguardarían el territorio mientras que otros atacarían con lanzas, según las habilidades de cada uno.

El día de la Gran Batalla de Especies fue acordado para el primer domingo de Abril, ese día todos estaban disponibles y si una u otra especie era la vencedora iniciarían la semana con la victoria y con el territorio ganado.

Las Carnetunas son una especie muy fuerte, corren rápido, y tienen la ventaja de tener un poderoso vuelo, su mirada es muy pasiva pero siempre vigilante y cautelosa. En las épocas de invierno se les ve hermosas, pues es cuando hembras y machos se buscan para aparearse, entonces compiten entre ellas para ser la mejor Carnetuna. Una Carnetuna llega a vivir hasta seiscientos años, y regularmente las hembras llegan a tener tres crías en toda su vida. Como especie son muy unidas, y cuando una se encuentra en problemas, las Carnetunas emiten un sonido sumamente agudo, y al parecer éste sonido es una gran arma para combatir a los Kigagatros.

Los Kigagatros, por su parte son una especie muy hostil, difícilmente se les puede ver, pues tienen una vida plenamente nocturna, sin embargo su fortaleza es el tamaño y el poder de su pico que llega a medir hasta dos metros, los Kigagatros se aparean cada tres años, y las hembras llegan a tener hasta ocho crías. En la parte trasera tienen un tipo aguijón con el que inyectan veneno a sus enemigos y presas, así mismo tienen cuatro patas, las frontales más pequeñas que las traseras, y dichas patas las utilizan como bastones para caminar o saltar.

La Gran Batalla de Especies se llevó a cabo con sumo orden, y completo silencio, cada especie hacía lo suyo, poco a poco fueron acabándose entre sí, hasta que a mediados de la batalla se dieron cuenta que mientras una Carnetuna mataba a un Kigagatro, éste hacía lo mismo, y por lo tanto no quedaría ninguna de las dos especies vivas, así que decidieron ponerle fin a la riña y mejor organizar el Gran Festín de Especies.