“AZUL DOS DÍAS DESPUÉS POR UN GIMNASTA”
POR FLOR ANDREA SALAZAR LARA
Tengo frente a mí el mismo azul pero en agua, ya he decidido (algo parecido a buscar) me truenan los huesos también bajo el agua, esto no se parece a escribir, tampoco a la sintomatología de plasmar, es sólo las manos letradas, es sólo las manos letradas, venir y embadurnar de tinta los lugares, saltar, y entonces venir, venir y saltar, alguien se aproxima, quizás las letras y por eso la cuestión, salirse… ¡Basta! A veces la ciudad está más llena de cosas catastróficas que nomás andan provocando la parafernalia visual, aquí nomás un chingo de agua, pero el azul es importante, sólo estoy tentando la calma, el ensayo de la parsimonia. La verdad es que esto sólo es un pretexto hostil porque entonces pienso ¿quién hace las cosas y porqué?
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