“CONFUSIÓN ENTRE EL ARRIBA Y EL ABAJO”
POR FLOR ANDREA SALAZAR LARA
Se despertó y entre la molestia de las lagañas en los ojos y el calor abrumador vio que las nubes parecían alcanzables, una sensación de poder atravesarlas con los dedos, rompibles, y vio también los colores bien anaranjados de la carretera. Sin embargo también había gris en sus presentimientos, no importaba, de cualquier modo su color favorito era el gris. Perece que insiste en ver mejor, poco a poco la visión se aclara.
Se le ha ocurrido lanzar un listón a través de la nube para entonces fragmentarla, pero no tiene un listón cerca y está en movimiento, no podría ser más veloz que la velocidad misma. Entonces se pone a pensar en una palabra y la repite en su mente dieciocho veces: open open open open…
Se concentra demasiado en algo que ve por el retrovisor de la camioneta, y tiene unos grandes ojos que se pierden, se mantiene en la confianza de que un día sus dudas llegarán a ser grandes, es decir, grandes dudas, es extraño porque su mayor aspiración es tener grandes dudas, revive momentáneamente su personalidad y entonces cuestiona, mientras se cuelga de lo que encuentra.
Siempre ha pensado que la luz es una gran inquietud, y así alimenta sus dudas, como también interroga a qué se detienen realmente los autos en la carretera, el único problema es que le gustan las mariposas, quizás en algún tiempo le gusten los cristales estrellados de gran extensión, como a tu madre.
Después llega a su destino, paradójico decir que alguien llega a su destino, eso no sucede, pero llega a un lugar y desempaca sus maletas para después meterse al mar.
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